El Pazo de la Pedreira fue construido en el S.XVI. Ha pertenecido siempre a la misma familia, generación tras generación han cuidado que la estructura de la casa se mantengan en perfecto estado.
Numerosas son las anécdotas e historias que cuenta este magnifico pazo gallego considerado un bien de interés cultural.
Estas casas solariegas, de carácter señorial normalmente ubicadas en el campo, han sido residencia de personas muy importantes sobre todo en los siglos XVI a XIX, relacionados con la arquitectura rural y monástica y con el sistema de organización feudal.
Como categoría arquitectónica palaciega este tipo de construcciones florecieron una vez concluidas las refriegas señoriales que se dieron durante el siglo XV, pues hasta entonces los hidalgos habitaban en torres, construcciones más apropiadas para la actividad bélica. Los pazos se convirtieron en la marca social y refugio de la clase hidalga.
Se ubican por lo general en zonas rurales con suelos muy fértiles. En el caso del pazo de la pedrería sus hectáreas son utilizadas para la elaboración de vino albariño.
Desde el punto de vista arquitectónico, los pazos tienen una planta cuadrada, o rectangular como es el caso del Pazo de la Pedreira. La planta cuadrada o rectangular es la que mejor protege de las inclemencias del tiempo y es la más eficiente desde el punto de vista energético.
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